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ARCHIVO HISTÓRICO AGUILAR Y ESLAVA

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA

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18.10.16

LIBRO DE LA SEMANA
“Nuestra Señora de Lourdes” por Henri Lasserre (Barcelona, 1879)

Espléndida y lujosa edición la del Libro de la Semana titulado NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, cuya autoría corresponde a Enrique Lasserre. Incluye varios documentos pontificios, así como bellas reproducciones paisajísticas de Lourdes y sus alrededores en cabeceras y orlas; también escenas del milagro en las cromolitografías. Está precedida por un prólogo-censura de D. Buenaventura Ribas y Quintana, canónigo de la Basílica. Obra editada en Barcelona por la Biblioteca Ilustrada de Espasa Hermanos Editores en el año 1879, según dato que se puede recoger de la página VI.


Joseph-Henri Lasserre Monzie, periodista y escritor católico francés (1828; 1900), alcanzó un rotundo éxito con "Nuestra Señora de Lourdes", publicado en 1868. Más de doscientas ediciones, y traducida a cuarenta idiomas, dan testimonio de dicho éxito. Sería celebrado por los obispos franceses y el Papa, siendo felicitado por un breve apostólico de Pío IX fechado el 4 de septiembre de 1869. Gran parte de su trabajo y de su vida la dedicaría Lasserre a Lourdes, relatando milagros, testimonios, etc.

La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous (1844; 1879) afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau en las afueras de la población de Lourdes (Francia), en las estribaciones de los Pirineos, en 1858. Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.

Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo. Varios millones de personas peregrinan allí cada año. La Iglesia católica invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos.

El primer texto que aparece en el volumen es un escrito dirigido a los señores Espasa Hermanos, editores, firmado por el canónigo y secretario del obispo de Barcelona, el licenciado Ignacio Palá y Martí, dando el permiso de publicación, por el sr. Obispo, de la “obra titulada Nuestra Señora de Lourdes, escrita por M. Enrique Lasserre, vertida al español”, a la vista de la favorable censura que ha recaído sobre la misma. Está fechado en Barcelona el 5 de septiembre de 1879, año posible de la divulgación, al no existir ninguna alusión respecto de su edición.

A continuación se inserta un prólogo-censura del Dr. Buenaventura Ribas y Quintana, justificando que la primera romería que ha salido de Barcelona para el santuario de Lourdes ha impulsado a los editores del libro a tomar parte activa de esta manifestación devota, que ha resultado un verdadero acontecimiento, pues han sido seis mil personas de todas las edades y condición las que se desplazaron. Dice el presbítero, que “el único secreto, el resorte de tal móvil, es el sentimiento religioso” y que “tantas romerías y el singular afán por visitar aquellas tierras, no pueden ser la expresión del error ni del fanatismo, porque, en medio del descreimiento que hiela tantas almas, y del volterianismo que seca tantos corazones, es un hecho tan portentoso que si fuera impostor tendría un mérito superior al objeto de su farsa”.

Recoge, “aun a riesgo de ser difuso”, “las infinitas pruebas a que fueron sujetas las apariciones de la Santísima Virgen, en la persona de su predilecta Bernadette”, trasladando íntegro el relato que hace el autor de lo que aconteció entre el cura párroco y las autoridades locales, “empeñadas en encerrar en un manicomio a aquella inocente criatura”. Termina señalando que con su lectura “conocerán una vez más las misericordias de Dios, manifestadas por conducto de su Santísima Madre”.

Hay una advertencia de los editores a los lectores, proclamando que no existe en los anales de la historia religiosa y literaria libro alguno que haya alcanzado tan extraordinario éxito en tan breve número de años. Le bastó “al bondadoso Pontífice Pío IX la lectura de esta narración para que reconociera inmediatamente la incontrovertible verdad de los hechos sobrenaturales en la Gruta realizados, y en un solemne Breve dirigido al autor proclamara anticipadamente el papel providencial que ese libro estaba llamado a desempeñar”. Este consejo está firmado por Espasa Hermanos en 1880, así que nos inclinamos, con ciertas dudas, en que este año pudo ser el de su venta en cuadernillos. La encuadernación de nuestro ejemplar está realizada, según un sello, en La Ilustración, un taller situado en la calle Paraíso 9 de Córdoba.

Importante resulta la incorporación del prefacio de la primera edición (1869), justificando el autor su decisión de escribir la historia de los acontecimientos que han dado pie a las famosas peregrinaciones a Lourdes: “Ante el espectáculo de la incesante peregrinación de hombres y mujeres, niños y ancianos, pueblos enteros, en fin, que en devota romería acuden actualmente a postrarse de hinojos en el interior de una gruta, hace diez años completamente ignorada, y que ha bastado la palabra de una inocente niña para que se convirtiera en devoto santuario: en presencia del vasto edificio que erige la fe popular sobre dicha gruta […] he sentido la necesidad no sólo de proporcionarme las pruebas del hecho sobrenatural, sino también la de examinar de qué manera, por qué lógico encadenamiento de ideas y de hechos se ha difundido la creencia hasta hacerse universal”.

Lasserre confiesa que ha intentado llegar a la verdad en la exposición de los acontecimientos objeto de su narración, no contentándose ni con los documentos oficiales, ni con las cartas, ni con los expedientes, ni con los testimonios públicos y solemnes. Todo cuanto ha estado en sus manos ha querido verlo, tocarlo, “volverlo a nueva vida”, afirma. Para ello llevó a cabo grandes viajes por Francia, a fin de inquirir datos y noticias de cuantos intervinieron en el asunto, sea como personajes principales, sea como meros testigos, “persuadido de que era el medio más abonado para comprobar los diferentes asertos”, escribe.

NUESTRA SEÑORA DE LOURDES se estructura en once libros, en los que podemos hallar los siguientes enunciados: Lourdes, El castillo de Lourdes, Las cofradías, Aparición del 21 de febrero, Interrogatorio de Bernardita por Jacomet, Las muchedumbres, Bernardita y el cura párroco de Lourdes, Apariciones de los días 24 y 25 de febrero, El Clero y la Administración, Simbolismo, La aparición del 25 de marzo, Bernardita sometida a la prueba, Nueva actitud de los incrédulos, Las explicaciones médicas, Actitud reservada del Obispo, Murmuraciones de las gentes, Procesos, condenas y absoluciones, Última aparición, La prensa de Francia y del extranjero, Polémica, La comisión investigadora, Construcción de una iglesia en las rocas de Masabielle, Transformación de la gruta, La imagen de la Virgen, la iglesia y la cripta, Las procesiones, las peregrinaciones, las curaciones, Los muertos y los vivos, Sor María Bernarda, etc.

Se añade, como apéndice, una crónica firmada por José Pallés, contando la primera peregrinación nacional española a Lourdes, realizada en septiembre de 1879, que tuvo gran resonancia en España y en el extranjero.

Entre los diplomas pontificios que se adjuntan a la edición están: Traducción de la Bula “Ineffabilis”, Breve del Papa Pío IX al autor de Nuestra Señora de Lourdes, Traducción del Breve del Papa al autor de Nuestra Señora de Lourdes, Breve concediendo indulgencia plenaria mediante las condiciones necesarias a los que como peregrinos visiten Nuestra Señora de Lourdes, Breve exigiendo en Basílica menor la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, Breve ordenando la Coronación de la imagen de Nuestra Señora de Lourdes, Mensaje elevado a N.S. Padre el Papa Pío IX por los obispos congregados en Lourdes el 3 de junio de 1876.

En el colofón se dice que “La ilustración del presente libro se ha llevado a cabo según los documentos más auténticos bajo la dirección de M. Eugenio Mathieu, MDCCCLXXVI”. Así mismo, en las dos últimas páginas se relacionan los nombres de los artistas a quienes se debe la ilustración de esta obra: Cromo-litografías, pinturas, vista panorámica, planos, cabeceras y finales de libro, dibujos, grabados, retratos, orlas, etc.

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA
Libro de la Semana:

Lasserre, Henri

Nuestra Señora de Lourdes / por Enrique Lasserre ; prólogo-censura del... Buenaventura Ribas y Quintana.-- Barcelona : Biblioteca ilustrada de Espasa hermanos, [s.a.]

XXXVI, 864 p., [7] h. de lám. : il. ; 30,00 x 22,00 cm
Port. 2 tintas
En p. VI consta 1879
En advertencia editores 1880
Enc. cart. forrado de tela.
Sello encuadernación “La Ilustración, Córdoba”

Materia/género: Virgen de Lourdes. Historia.

Otros responsables:
Ribas y Quintana, Buenaventura.
Espasa, ed.

Lugar: España -- Barcelona

Sig. Top.: 2241

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