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18.07.17

Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava
Libro del Mes

MUNDA POMPEIANA por José y Manuel Oliver Hurtado (Madrid, 1861)

Antonio Suárez Cabello



Muchas ciudades antiguas siguen en la polémica de su identificación. Munda es una de ellas, muy discutida esta localización durante el siglo XVIII y también en el XIX. La célebre urbe de la Bética, ante cuyos muros derrotó César a Pompeyo, aún mantiene la discusión en su emplazamiento. Los hermanos José y Manuel Oliver Hurtado escribieron sobre el tema para un concurso convocado por la Academia de la Historia en 1857, defendiendo la tesis de que las ruinas de Ronda la Vieja (señalada por otros eruditos desde el Renacimiento con las de Acinipo) eran las de Munda.

José Oliver Hurtado, comisionado por la Academia, completó las investigaciones con una exploración del territorio comprendido entre Ronda y Osuna, realizando excavaciones en las ruinas de Ronda la Vieja. La memoria escrita por los hermanos Oliver Hurtado, premiada por el voto unánime de la Real Academia de la Historia en el concurso de 1860, y publicada con el título de MUNDA POMPEIANA (Madrid, imprenta de Manuel Galiano, 1861) es nuestro LIBRO DEL MES.

Existen dos ejemplares de esta edición. Hemos elegido el que posee en su portada la estampación de un sello: “ANTONIO QUESADA San Agustín 2 MADRID”. Se trata, por tanto, de un exlibris, cuya firma del dueño consta en una de las hojas de cortesía o de respeto. En el lomo de la encuadernación (cartoné forrado de tela) aparece en letras doradas las iniciales A. Q., además del título de la obra.

La estructura de MUNDA POMPEIANA se organiza en dos partes, una dedicada a la historia y otra a la geografía, dividida en libros, a la que se añade diversos apéndices. Antes de la Advertencia de los autores, una cita: “Hic, ut ait Ennius, pes pede premitur, armis teruntur arma. Hirt., Bell. Hisp., cap. XXXI”. Procede de los “Comentarios” de Julio César: “Aquí se combatía, como dijo Enio, pie con pie, y arma con arma”, alusivo a la batalla de Munda.

En las tres páginas dedicadas a la Advertencia al público, José y Manuel Oliver Hurtado expresan un testimonio de gratitud a los componentes de la Comisión Calificadora: Pascual de Gayangos, Serafín Estébanez Calderón, Antonio Delgado, José Caveda y Aurelio Fernández-Guerra y Orbe. Este último con motivo del concienzudo y detenido estudio que ha tenido que hacer de la Memoria para redactar, como secretario, el dictamen correspondiente. Fernández-Guerra le comunicó algunas observaciones después de la adjudicación del premio. Hemos tenido la oportunidad de leer en la red dicho dictamen, así como el relato del viaje arqueológico emprendido en el mes de mayo de 1864 por José Oliver, de orden de la Real Academia de la Historia. Se recogen en una publicación impresa en Madrid en 1866, en la imprenta y estereotipia de M. Rivadeneyra.

Agradecen, de igual modo, al Marqués de Morante y al de Casa-Loring el haber puesto a su utilización sus destacadas bibliotecas. A Antonio Cánovas del Castillo, por contribuir a que se logre el levantamiento del plano geométrico de los alrededores de Ronda la Vieja, fundamental “para la inteligencia y comprobación de la parte topográfica”. Igualmente a Manuel Rodríguez Berlanga por su especial erudición y a Emilio Lafuente Alcántara por poner a su disposición los libros y manuscritos que poseía su hermano Miguel Lafuente Alcántara. Hacen en la advertencia especial mención al doctor Emilio Hübner, reconociéndole sus conocimientos en la ciencia epigráfica.

Precede otra cita antes de adentrarnos en la PARTE HISTÓRICA, recogida de las Historias de Polibio: “Ninguna cosa ha de omitirse (en la Historia) ni aun lo que yace recóndito en la misma naturaleza… pero mayormente se ha de usar de la narración demostrativa”.

El libro primero de esta parte histórica está dedicado a los sucesos anteriores a la batalla de Munda. En la introducción nos sitúa en los tiempos de la segunda guerra púnica, en la que era famosa la Munda que han apellidado Pompeiana; según señalan por el testimonio que ofrece Silio Itálico, aclarando que, aunque algunos la denominan Cesariana (aluden a la victoria alcanzada por Julio César contra el hijo de Pompeyo), ellos han preferido darle aquel otro nombre “porque fue entonces una de las ciudades, si no la principal, de las que con mayor afincamiento mantuvieron el bando pompeiano”. Justifican el no escribir Munda Bética al haber dentro de los términos de la antigua provincia romana otras ciudades del mismo nombre.

En los dieciséis capítulos del libro primero hablan de la venida a España de Cneo Pompeio el mozo, dando noticia previa del curso y término de la guerra; de la llegada de César a la España Ulterior; de la ciudad de Obulco, donde estaban los reales del ejército de César; de Úlia, en cuya plaza combatía Cneo Pompeio el mozo; de Córduba; de Attegua, plaza fortísima de Pompeio; de Flumen Salsum de Hircio, que ha de reducirse al actual Guadajoz, indican; del cerro Castra Posthumiana, en la que César tenía un castillo con objeto de guarnecerse; de Úcubi; de Bursávola; de Soricaria, delante de la cual las tropas de unos y otros se avistaron; de Aspavia; de Soricia; de Hispalim, donde se dice que Pompeio “movió sus reales e hizo alto en un olivar cerca o enfrente de este lugar”; de Ventipo y de Cárruca (insinúan que esta voz “se halla depravada pues los nombres propios de ciudades, algunas de ellas poco conocidas, se prestan con más facilidad a los vicios de los copistas”.

En el libro segundo, en diez capítulos, se recoge la batalla de Munda y algunos sucesos posteriores. En el capítulo primero describen el Campo mundense. El segundo lo titulan Batalla de Munda, dándonos algunas cifras de muertos en el acontecimiento: cerca de treinta mil hombres perecieron de los pompeianos; hasta mil hombres de los de César. La propia batalla hizo célebre el nombre de la ciudad Munda, pues “en ella se peleaba por el poderío del mundo, y cuanto Roma, señora del universo, había conquistado en setecientos años”. Día de la batalla de Munda (capítulo tercero), siguen a los historiadores Hircio, Plutarco y P. Orosio. En el siguiente (capitulo cuarto), personalizan la circunvalación de Munda. Carteia es el título del quinto, lugar en el cual se supone se refugió Cneo Pompeio, “presidio naval, según Hircio”. El capítulo sexto (Toma de Córdoba) lo inician con: “César, después de la batalla, dejando circunvalada a Munda con fortificaciones, se dirigió a Córdoba”. El capítulo séptimo es Entrega de Híspalis y el octavo Muerte de Cneo Pompeio, el mozo. El penúltimo capítulo departe sobre la Toma de Munda y el asedio de Urso, dedicando el último apartado a la conclusión del desenlace, incluyendo que “César, después de su regreso a Roma, disfrutó poco más de cinco meses de paz, y cubierto de honores que la adulación del Senado le prodigaba, cayó al fin, el día de los Idus de Marzo siguiente, bajo el puñal de los conjurados, como una víctima adornada para el sacrificio”.

A la PARTE GEOGRÁFICA le precede una cita de Plinio (Historia Natural, Libro III, cap. I): “… alibi mutato provinciarum modo alibi itinerum auctis aut diminutis passibus. Incubuere maria tam longo aevo, alibi processere litora, torsere se fluminum aut… ”. Son cuatro libros en total. El primero consta de tres capítulos: 1) Aparece en primer término la obra de STRABON, al dar comienzo al examen de los antiguos textos geográficos referentes a Munda. 2) PLINIO. Caio Plinio secundo dedica algunos de sus libros de su obra Historia Natural a la geografía. Por dos veces menciona Munda el historiador naturalista, pero solo tratan de aquella en que nombra las colonias del Convento Astigitano (Cap. I, Libro III). 3) PTOLOMEO y demás pasajes geográficos.

Inscripciones y medallas forman el libro segundo. Las inscripciones son la de los toros de Guisando; las publicadas por Ambrosio de Morales en su Crónica general de España, que dice: “está a la puerta de la iglesia en Monda, cabe Málaga, que, como se ha dicho, es la antigua Munda”; por Adolfo Ocón, alusiva a Munda; por fray Bernardo Brito, cronista general del reino de Portugal, que sitúa a Munda en el reino de Granada; por el padre Martín de Roa, hallada en una de las torres del alcázar de Écija; por Vicente Espinel (en Vida del Escudero Marcos de Obregón nos da cuenta de este lacónico epígrafe: Munda imperatore Savino, encontrado en las ruinas de Ronda la Vieja, que para aquel eran la antigua Munda; la publicada por Gorio y Muratori, en que la antigua Munda tuvo su asiento en la moderna Monda; la de Rafael Atienza en La Munda de los romanos, “condenable por apócrifas” y la tomada por Rafael Atienza de Juan de Rivera, que considera “un epígrafe de mano reciente”.

Después de que hayan examinado las rotulaciones en las que se ha querido hacer referencia a Munda, pasan a tratar de sus medallas; pero de las localizadas, escriben, “ni una sola es legítima, y las que lo son, o corresponde a otras ciudades o a la Munda Celtibérica”.

El LIBRO TERCERO está dedicado a la topografía, abordando los escritos antiguos acerca del sitio adonde estuvo asentada la antigua Munda. Suceden otros capítulos con los enunciados Monda, Ronda, Mezquitillas, alrededores de Osuna, Monturque y Montilla (“Pasa al pie del cerro un riachuelo, que es el río de Cabra, que por esta parte toma el nombre de Monturque”), castillo de Bíboras, Sierra de Gibalbin y llanos de Caulina y Ronda la Vieja.

El LIBRO CUARTO de la parte geográfica lo titulan Ruinas. Son siete capítulos más un resumen y una conclusión. Así que en él se comenta los escritores que han tratado de las ruinas de Ronda la Vieja, la situación de estas ruinas y el examen general de ellas, templos de la zona, teatro, inscripciones que existen en el cortijo y ruinas de Ronda la Vieja, ídolos, estatuas, sepulcros tégulas, barros romanos, pedazos de armas, camafeos y otras antiguallas, terminando en la época de la destrucción de la ciudad, que tuvo su asiento en Ronda la Vieja, manifiestan.

En el resumen de estas descripciones de las ruinas de Ronda la Vieja dilucidan que las mismas demuestran que allí existió una antigua población romana, aunque por sí solas no evidencien que fuese Munda. Argumentan en la conclusión que después de cuatro años de constantes y penosas fatigas han llegado al término de su empresa, y recogen estas palabras de Ambrosio de Morales: “no se puede llegar a más de mostrar algo que sea verosímil y probable, pues ninguna de las razones que pueden en esto traerse no puede más de hacer alguna buena probabilidad”.

Interesantes son los ochos apéndices que insertan: Diario de los sucesos de la guerra hispaniense hasta la batalla de Munda; Examen de los códices de la Geografía de Strabon; Escritores que han tratado de fijar el sitio de la Munda Pompeiana; Documentos y papeles curiosos respectivos a la cuestión de Munda; Formación de los ejércitos de Pompeio y de César delante de Munda; Estudio acerca de los pueblos célticos de la Beturia y de los que aparecen en la serranía de Ronda; Del verdadero autor del libro titulado de Bello Hispaniensi (Libro de la Guerra de España) y Del miliario romano y del estado griego (dan una equivalencia determinada a las medidas longitudinales más usadas entre los antiguos, como son la milla y el estadio).

Hay una sección nombrada como Textos de los escritores antiguos referentes a la Munda Pompeiana, que la inician con Hircio y la finalizan con algunos anónimos. Asimismo relacionan un Catálogo de los sesenta y cuatro manuscritos consultados para esta obra. El volumen lo cierra una Tabla de las materias principales contenidas en la presente memoria. Encontramos la entrada EGABRENSE (Obispado), alusiva al segundo Concilio Hispalense y referente a los términos del Obispado de Málaca.

De los dos despegables que se incorporan en la encuadernación, uno es un “plano levantado de orden del Gobierno de S. M. a petición de la Real Academia de la Historia por al arquitecto de la de San Fernando D. José Moreno de Monroy”; el otro un grabado de la situación de las tropas en la batalla.

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA
Libro del Mes:

Oliver Hurtado, José

Munda pompeiana / memoria escrita por José y Manuel Oliver Hurtado. -- Madrid : [s.n.], 1861 (Imprenta de Manuel Galiano)
515 p., [1] h. de plano pleg., [1] h. de grab. pleg. ; 26,00 x 18,00 cm
En port.: "Premiada por voto unánime de la Real Academia de la Historia en el concurso de 1860"
Incluye apéndice: "Textos de los escritores antiguos referentes a la munda pompeiana"
Las h. de grab. litogr.: "Lit. Alemana, grabado por F. Arnold"
En la h. de plan. pleg. consta: "Plano levantado de Orden del Gobierno de S. M. ... por José Moreno de Monroy"
Nota: exlibris de Antonio Quesada, Madrid (sello y firma ms.)
Enc. cart. forrado de tela.
Materia/género: Munda, Batalla de, 45 a. C.
España. Historia. Edad Antigua, hasta 414 a. C.
Otros responsables: Oliver Hurtado, Manuel, coaut.
Lugar: España -- Madrid

Sig. Top.: 1635. (Hay otro ejemplar con la Sig. Top.: 0297)

[LM.201706.asc]


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