Museo Aguilar y Eslava
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26.07.16
LIBRO DE LA SEMANA
“Obras del R. P. M. Fray Luis de Granada” (Madrid, 1730)


En los anaqueles de la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava encontramos las obras del R. P. M. Fray Luis de Granada, de la Orden de Predicadores, en una edición (Madrid, 1730) llevada a cabo por el padre prior y religiosos del Convento de Jesús María de Valverde (Fuencarral, Madrid), a cuya titular María Santísima, madre de Dios, con el título de Valverde, dedican su edición, diciéndole que “los libros de vuestro devoto y venerable capellán, el P. M. Fr. Luis de Granada, tienen por único asunto formar un hombre virtuoso, y para lograr este fin les propone a los hombres, como el más eficaz medio, el ejemplo de la vida y los misterios de vuestro preciosísimo Hijo”.

Solicitan a la Santísima el amparo “por ser obra fabricada en esta vuestra casa adonde debajo del título de Virgen de Valverde llenáis a nuestros devotos de esperanzas celestiales, porque aquí experimentamos cuan cierto es que sois vida, dulzura y esperanza nuestra”. Al final de la dedicatoria esperan que los libros “anden en las manos de todos los cristianos”, pidiendo humildemente su bendición “a toda la familia que tanto se esmera en que seáis conocida, aplaudida y venerada”.

Las obras completas de Fray Luis de Granada han conocido varias ediciones, entre ellas la que presentamos como Libro de la Semana. Nuestro fecundo escritor (Granada, 1504; Lisboa, 1588) es una figura destacada de la literatura ascética del Siglo de Oro, confesor de duques y de reyes y considerado el orador sagrado más famoso de su tiempo en España y Portugal.

Como suele ser habitual, antes de entrar en su contenido precede una serie de licencias: de la Religión, del Consejo de Madrid, etc. La suma de la tasa está valorada a doce maravedíes cada pliego de los nueve tomos. Sigue un prólogo al cristiano lector y un sumario breve de las indulgencias concedidas “a los que leyeren u oyeren los escritos” de Fray Luis de Granada.

El tomo uno se titula Guía de pecadores. Contiene en su libro primero una larga y copiosa exhortación a la virtud y guarda de los mandamientos divinos. El segundo libro trata de la doctrina de las virtudes, donde se ponen diversos avisos y documentos para hacer un hombre virtuoso. Hay una carta de Eucherio, obispo de León de Francia, discípulo de San Agustín, a Valeriano su pariente, varón ilustre en que le amonesta el desprecio del mundo y deseo de la verdadera bienaventuranza. En las últimas páginas, a igual que en la de todos los volúmenes, hay un índice alfabético de las cosas más notables que contiene el ejemplar.

La Guía de pecadores (Lisboa, 1556), según la crítica, revela la ascendencia erasmista por su dimensión ética y humanista, ya que en sus páginas se tienen en cuenta los efectos sociales de la virtud, se enuncian los privilegios derivados de ella y, al dirigirse tanto a clérigos como a seglares, se ofrecen en realidad pautas de comportamiento para el perfecto caballero cristiano. Es un compromiso ético con los remedios contra los peligros del mundo y sus pecados, y muestra una copiosa erudición sagrada digna de un maestro de teología.

El segundo tomo, Oración y meditación, trata, en la primera parte, de la materia de la consideración; en la segunda, de la devoción y de las cosas que ayudan o impiden alcanzarla; en la tercera pone tres breves pactos: uno de la oración, otro del ayuno y otro de la limosna.

El tomo tercero está dedicado al Memorial de la vida cristiana, el cual enseña todo lo que un cristiano debe hacer desde el principio de su conversión hasta el fin de la perfección. Está repartido en siete tratados. El primero contiene una exhortación al bien vivir; el segundo, de la penitencia y confesión; el tercero, cómo hemos de prepararnos para la sagrada comunión; el cuarto contiene dos reglas principales de vida cristiana; el quinto, de la oración vocal (se presentan muchas maneras de oraciones para diversos propósitos); el sexto, de la materia de la oración mental (donde se expone toda la vida de Cristo), y el séptimo, del amor de Dios, con sus oraciones y consideraciones para pedir y despertar este santo amor.

El tomo cuarto son adiciones al Memorial de la vida cristiana, en dos apartados: Uno, del amor de Dios, en cuya perfección consiste la perfección de la vida cristiana. Dos, de las principales virtudes y ejercicios con que se alcanza el amor de Dios. Hay un preámbulo sobre la Filomena de san Buenaventura: “Filomena, que con tu dulce canto recreas los ánimos fatigados y das al mundo nuevas del fin del invierno y del principio alegre del verano, ruegote quieras venir agora a mi llamada…”.

Están íntimamente relacionados el “Memorial de la vida cristiana” (Lisboa, 1561) y las “Adiciones al Memorial” (1574). Son normas para un cristianismo práctico y una ascética de la voluntad. Consideran que en ellas Fray Luis de Granada llega a tan delicadas exaltaciones que puede considerarse místico en algunos pasajes.

Los tomos quinto y sexto contienen la Introducción del símbolo de la Fe, dividida en cuatro partes: La primera, de la creación del mundo, para venir por las criaturas al conocimiento del Creador y de sus divinas perfecciones. La segunda, de las excelencias de nuestra santísima Fe y religión cristiana. La tercera, declara las conveniencias del misterio de la Redención y se señalan veinte singulares frutos del árbol de la Santa Cruz; las figuras que en los tiempos antiguos representaron la venida y el misterio de Cristo, y por vía del diálogo, entre un discípulo y un maestro, se responde a todas las preguntas que acerca del misterio de la Encarnación y pasión de nuestro Salvador “la prudencia humana puede hacer”. La cuarta parte (tomo 6) va repartida en dos: En la primera se ponen las profecías y señales para conocer la venida del Salvador, y en la segunda se responde por vía de Diálogo a las preguntas y objeciones que acerca de este misterio se pueden hacer. Se incorpora un breve convenio donde se declara la manera que se podrá proponer la Fe a los infieles que desean convertirse a ella.

La misión en la que puso mayor empeño Fr. Luis de Granada fue sin duda Introducción del símbolo de la Fe (Salamanca, 1582-85). Un apologético sugerido por la contemplación de la naturaleza. Es su escrito más extenso. En el texto encontramos su elocuencia literaria, centrándose la profundidad emocionante de su fondo en la atención a las cosas humildes, dando apariencias de un franciscanismo íntimo.

El tomo séptimo lo componen las obras espirituales. Son seis libros: El primero, de la doctrina cristiana; el segundo, de la declaración de los diez mandamientos de la Ley de Dios; el tercero, de la oración y sacramentos; el cuarto contiene trece sermones de las tres Pascuas y de las principales fiestas de Ntro. Sr. Jesucristo y de su Santísima Madre (también se incorpora el sermón que llaman de los escándalos); el quinto, un breve memorial y guía de lo que debe hacer el cristiano, y el sexto un compendio de la Doctrina Espiritual.

Empieza el tomo octavo con la Escala Espiritual de San Juan Clímaco. Le sigue Menosprecio del mundo e Imitación de Cristo, compuesto en latín por Thomas de Kempis, canónigo de San Agustín, traducido “en nuestro castellano con mejor y más apacible estilo por el V. P. M. Fr. Luis de Granada, del Orden de Santo Domingo”. Continúa con La vida de Fr. Bartolomé de los Mártires, de la Orden de Santo Domingo, arzobispo y señor de Braga en el reino de Portugal. Finaliza con la vida del venerable maestro Juan de Ávila, predicador apostólico de Andalucía, en la que se manifiestan las partes que ha de tener el predicador evangélico, compuesto por Fr. Luis de Granada.

Destacan en su labor de traductor la versión de Escala Espiritual de San Juan Clímaco y la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis, ambas elogiadas por el Papa. En las demás obras ascéticas, importantes por su fondo aunque menores en su extensión, encuentran los estudiosos estimables opúsculos, como sus sermones, considerados dentro del más puro estilo ciceroniano, y que sirvieron de modelo hasta el siglo XVIII. Son destacadas sus biografías de Juan de Ávila y Fray Bartolomé de los Mártires. Se le considera uno de los mejores prosistas del siglo XVI en latín, castellano y portugués.

Del tomo nono, Vida y virtudes de Fr. Luis de Granada, una biografía sobre nuestro autor compuesta por el licenciado Luis Muñoz, nos ocupamos hace tiempo, en 2014, del mismo, reseñando dicho tomo como Libro de la Semana.

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA
Libro de la Semana:

Luis de Granada (O.P.) (1504-1588)

Obras: Guia de pecadores, tomo primero; Oracion y meditacion, tomo segundo; Memorial de la vida christiana, tomo tercero; Adiciones al memorial de la vida christiana, tomo cuarto; Primera parte de la introduccion del symbolo de la Fe, tomo quinto; Quarta parte de la introduccion del symbolo de la Fe, tomo sexto; Obras espirituales repartidas en diferentes tratados, tomo septimo; Obras espirituales repartidas en diferentes tratados (Escala Espiritual de San Juan Climaco, Vida de Fray Bartholomé y Vida del padre Juan de Avila), tomo octavo; Vida y virtudes del V.P.M. Fr. Luis de Granada (por el licenciado Luis Muñoz), tomo nono / compuestos por el V.P.M. Fr. Luis de Granada del... Orden de Predicadores.-- En Madrid] : en el convento de Jesus Maria de Valverde, en la oficina de Manuel Fernandez, impressor de libros en Madrid, 1730.

9 v. [54], 578, [33] p. ; [22], 714, [53] p. ; [22], 755, [63] p. ; [14], 646, [45] p. ; [22], 1104, [48] p. ; [22], 947, [48] p. ; [16], 970, [67] p. ; [10], 724, [70] p. ; [4], 467 p. Il. ; 23,0 x 18,00 cm

Texto a dos col.
Grab. calc. en cabecera de texto.
Apostillas marginales.
Letras capitales ornadas.
Ilustración calc.
Enc. cart. forrado cuero

Materia/género: Vida cristiana. Espiritualidad. Ascetismo. Fe.

Otros responsables: Fernández, Manuel, imp.
Convento de Jesús María de Valverde, imp.

Lugar: España -- Madrid

Sig. Top.: 2194 ( T. I.), 2195 (T. II.), 2196 (T. III.), 2197 (T. IV.), 2198 (T. V.), 2199 (T. VI.), 2200 (T. VII), 2201 (T. VIII.), 2202 (T. IX.).

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