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14.01.24

Ha fallecido ANTONIO SUÁREZ CABELLO (q.e.p.d.), insignia de plata de nuestra fundación

Esta mañana de frío domingo de enero hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de don Antonio Suárez Cabello, archivero y bibliotecario, altruista colaborador en la Fundación Aguilar y Eslava y e impulsor de otras muchas iniciativas culturales.

La Fundación e Instituto Aguilar y Eslava se une al pesar de su esposa Margarita, hijos, nietos y demás familia, por la pérdida de una persona con la que hemos compartido muchos y buenos ratos y cuya trayectoria ha sido la de trabajar en pro de la Cultura y de las Artes. Recibió la Insignia de Plata de nuestra fundación como sencillo reconocimiento a la labor que de forma altruista desarrolló Antonio Suárez Cabello durante bastantes años en pro de los fines culturales y educativos de la Fundación. Y fue también encargado de impartir la lección inaugural del curso académico 2018-2019 con el título "Un lugar de encuentro para la historia y la investigación: el Centro de Estudios Manuel Vargas y Alcalde".

Muchos de sus trabajos están vinculados precisamente con la puesta en valor del patrimonio bibliográfico antiguo del Instituto-Fundación Aguilar y Eslava, y también en los años previos a la pandemia e incluso en ese periodo llevando la responsabilidad del Archivo Histórico de la Fundación.

Antonio Suárez Cabello, investigador y escritor incansable, ha sido uno de los asiduos articulistas en La Opinión, y también en otros periódicos locales. Sus escritos, rigurosos y amenos, nos han acercado al mundo de la cultura y a la historia local. Ha puesto voz - que ya quedará grabada para siempre en nuestra memoria - a numerosos trabajos de divulgación audiovisual y declamaciones, y tuvo en la poesía otra de sus principales pasiones culturales y literarias.

Su dilata experiencia en el mundo de la cultura, principalmente en el teatro y la poesía, desarrollada en paralelo con su actividad profesional, y en varios lugares de la geografía española se unía a un carácter sobrio y discreto, no exento de fino humor cuya cercanía hemos echado de menos en el período de su enfermedad.

El tema de los libros, de los antiguos de ese «fondo libresco» de la fundación, como a él le gustaba decir, le ha llevado una dedicación durante muchos días de manera constante y continuada. Tras su jubilación como funcionario del Ayuntamiento de Cabra, amplió su dedicación cotidiana a la cultura, de la que se ha beneficiado durante más de una década la Fundación Aguilar y Eslava.

Llegaba a nuestra biblioteca a través de uno de sus cursos de doctorado, el dedicado a la línea de investigación, con el objetivo de aproximarse al perfil de libros y lecturas de Valera, al mismo tiempo que trataba de ver el reflejo de sus lecturas en su producción creativa, y aquí contábamos con 319 volúmenes que el polígrafo egabrense donó al Colegio-Instituto en 1875, la conocida «Biblioteca de Valera» que Antonio Suárez conoció al detalle y fue objeto de varias exposiciones y escritos.

Fue así como en 2011, Antonio Suárez presentó su primer proyecto de colaboración con la fundación, a través de la Biblioteca de Valera, yse puso en marcha un Taller práctico para confeccionar un Catálogo del Patrimonio Bibliográfico Antiguo del Instituto-Fundación Aguilar y Eslava, con la colaboración del Ayuntamiento.

Durante varios meses, y en horario de dos sesiones semanales de dos horas, Antonio coordinó a un grupo de personas y comenzó a trabajar siempre rodeado de libros y documentos, como a él le gustaba siempre estar.

Desde entonces, Antonio Suárez se dedicó en cuerpo y alma a los trabajos de catalogación de la biblioteca y archivo históricos Aguilar y Eslava, como uno de sus más entregados trabajos llevados a cabo durante años.

La difusión de ese trabajo se vio plasmada en los libros y documentos de la semana o del mes, y en publicaciones sobre destacados ejemplares o expedientes del archivo que fue divulgando y que, como él decía, tenía siempre «algo en cartera» para no dejar atrás su personal compromiso con la divulgación y la cultura.

El trabajo en el Centro de Estudios, las visitas guiadas, la participación en conferencias y jornadas, la supervisión de alumnado becario que trabajó junto a él en el archivo y biblioteca, la coordinación de trabajos y exposiciones, no sólo en Cabra sino en otras localidades próximas y lejanas. En los últimos años, especialmente en el tiempo de pandemia, siempre nos mandaba sus «partes de guerra» en los que establecía indicaciones para que, a pesar del confinamiento y de la dificultad para trabajar en el archivo, pudiéramos llevar de manera coordinada toda la labor a la que estuvo entregado prácticamente hasta hace unos meses.

Supo enseñarnos que la dedicación y el compromiso con una tarea tan lenta y tan constante, son fundamentales y así lo aprendimos quienes hemos compartido con él muchas horas, especialmente Mercedes Lama Serrano a la que encomendó que «siguiera al pie del cañón» una vez que la enfermedad le impidió estar de manera cotidiana en la labor tan intensa que desarrolló.

Antonio Suárez Cabello fue funcionario en nuestro Ayuntamiento, desempeñando los trabajos de archivero y tesorero municipales accidental durante ocho años. Era licenciado en Arte dramático por la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba y Diplomado en Estudios Avanzados en el Área de Literatura Española por la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba. Su tesis doctoral sobre las lecturas de Valera y su reflejo en la literatura siempre nos decía que «está en lista de espera» pues numerosas actividades culturales tuvieron prioridad en su forma de trabajar, siempre de manera altruista: recitales poético-musicales con el Grupo Plectroarmonía, colaboraciones con el Centro Filarmónico Egabrense, montajes como el de Santa Teresa de Jesús (canto y poesía) con el Coro de Cámara Elí Hosanna ‘Ciudad de Lucena’, con importantes actuaciones en Granada y Guadalupe, conferencias sobre Valera y los libros, su página cultural de Destino Cabra en Radio Atalaya y otras muchas que completaban su agenda cultural, además de diversos proyectos que tenía siempre en mente poder llevar a cabo.

Hoy despedimos a Antonio Suárez Cabello que nos deja físicamente a sus 79 años, pero que permanecerá para siempre entre nosotros, no sólo por el recuerdo entrañable y por ser una buena persona, cercana y entregada, sino porque nos deja una estela imperecedera en cada uno de los escritos, trabajos y anotaciones con el que nos enriqueció en su vida - muchos de ellos publicados en esta página de la fundación o en La Opinión de Cabra - y que tanto suponen para la Cultura y las Artes de nuestra ciudad y tantos otros lugares que se vieron agraciados con su dedicación.

Con el testimonio más sincero de afecto y pesar que transmitimos a su esposa e hijos y a los demás miembros de su familia, nuestra fundación se une al pesar por su muerte, acaecida este aciago 14 de enero de 2024.

Su sepelio tendrá lugar el lunes 15 de enero a las 11h de la mañana en la Parroquia de los Remedios (Iglesia de la Soledad) de Cabra, y la familia recibe en el Tanatorio Reyes y Guardeño.

Una frase de Borges nos sirve para que te veamos siempre entre los anaqueles de nuestra biblioteca o entre los legajos de nuestros archivo:

“Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros;
hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua;
en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar
un mundo sin libros”.

Descansa en paz, amigo Antonio. Hoy y siempre te recordaremos y tendremos presentes cada una de las enseñanzas y trabajos con los que nos enriqueciste todos los días.

Sit tibi terra levis...